Descansar o seguir trabajando
La mayor parte de nosotros esperamos las vacaciones con la ilusión y el anhelo de poder descansar después de un duro año de trabajo. Por desgracia, hay pymes y sobre todo autónomos, para los que más que una bendición es una maldición.
Aunque lo “normal” es programar tus vacaciones con tiempo, hacerlas coincidir con tu pareja y desconectar completamente del mundo exterior (pues la única forma real de cargar las baterías es apagar el móvil, no leer correos electrónicos ni abrir las Redes Sociales) muchos autónomos deben enfrentarse a una terrible decisión. Dicha decisión es la de tomarse el merecido descanso que necesitan sin facturar ni preocuparse por su negocio, o seguir atendiendo su trabajo día tras día sin opción a descansar ni estar con la familia.
La opción más habitual es la de cerrar los negocios 15 días (en lugar de los convenientes 30), coincidiendo con la segunda quincena de agosto o la segunda y tercera semana. Pero esto nos lleva a la siguiente situación: Por un lado, el parón casi por completo de las ciudades, dejando “casi” sin servicios a aquellos que ya se han cogido las vacaciones o lo harán en septiembre y por otro, la oportunidad de aquellos negocios que renuncian a su descanso de, en algunos casos, subir los precios y quedarse con el mercado.
Vacaciones y el Coronavirus
Si esta situación anual no fuera ya complicada, tenemos que añadir la pandemia y la crisis económica que ha causado. Y es que muchas de esas pymes y autónomos, ni siquiera pueden plantearse irse de vacaciones pues deben recuperar todo lo perdido durante los meses del confinamiento. Por desgracia, muchas de ellas han tenido que cerrar y esa crisis nos afectará a todos, tanto en nuestro día a día como en esta época de vacaciones sobre todo a quienes viven del sector turismo y derivados.
La vida de la pyme y del autónomo es difícil. Quien ha sobrevivido a los meses de confinamiento ni han trabajado ni han descansado y ahora que tocaría hacerlo, no pueden. Pero si algo deberíamos haber aprendido en esta mala época es que el teletrabajo y los servicios online funcionan.
Por todo ello, como empresa colaboradora de esas pymes y autónomos que tienen que hacer encajes de bolillos, nuestra responsabilidad es ayudarlos en su proyecto como parte de él y facilitarles sus vacaciones en la medida que nuestros servicios lo permiten, aceptando el compromiso de atender a unos clientes que en ningún caso, deberían encontrarse la callada por respuesta por muy acostumbrados que estemos a no encontrar nada abierto en verano.
Por suerte, podrías tenerlo todo
Con una tienda online podrías seguir vendiendo aunque tengas tu local cerrado (tanto en vacaciones como en otro confinamiento) y en Santacruz Social Media podríamos encargarnos de su mantenimiento. Igual que podríamos hacer con tus Redes Sociales o planificando la mejor estrategia de Marketing posible de cara a septiembre.
La cuestión es poder beneficiarnos todos: clientes que no pierdan servicios, autónomos y pymes que no renuncien a sus vacaciones, ni negocios que pierdan dinero por tener que cerrar de alguna manera.
¿Alguna vez has tenido que elegir entre descansar o seguir trabajando?, ¿qué has tenido que hacer este año? Cuéntanos tu experiencia.
Y si tienes la suerte de tenerlas: ¡Felices vacaciones!
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